martes, 22 de mayo de 2018


NUESTRO GUIA  SAMPIAC
Lo expresa así, el Guía Sampiac:
“Vuestro papel es un rol en el que se descubrirán portadores de la llave de un “umbral secreto” al que sólo ustedes pueden acceder primero, para que los demás (sus hermanos del cosmos) aprendiendo humildemente de su esfuerzo puedan a continuación, ubicarlo y atravesarlo también.”
“Lo que ustedes deben desarrollar es una vivencia diferente del amor. Porque para las civilizaciones más avanzadas en esta última Creación, el amor ha significado el bien común. Como una medida de convivencia y elevación, pero que rápidamente conoció sus limitaciones y produjo un estancamiento relativo en el ascenso evolutivo. Ahora, después de haberlos observado durante mucho de vuestro tiempo, estamos convencidos de que hay en ustedes la clave de todas las respuestas de lo que hemos aguardado; y que sí es posible a través de vuestra participación, que podamos aprender todos nosotros alternativas nuevas de evolución; facetas diferentes en un replanteamiento general de todo cuanto hemos experimentado y de cómo lo hemos entendido y enfocado hasta ahora. Y esto es porque nadie lo sabe todo, ni lo ha experimentado todo, y menos aún en el amor, en donde cada día se plantea una experiencia nueva y enriquecedora.”
Los Trazos del Plan
El Plan Cósmico en un principio, centró su atención en ocho planetas con una característica particular (planetas Clase Ur; la Tierra es uno de ellos) en los cuales se pudieran albergar civilizaciones que eventualmente fueran capaces de dar saltos evolutivos rápidos y sin iguales, transformándose sus habitantes con el pasar del tiempo, en maestros de sus propios maestros.
El parámetro central para estas humanidades era que los seres que conformaran dichas civilizaciones pudiesen por su propio esfuerzo y sólo con una mínima guía de sus hermanos mayores, alcanzar a través de la FE a reconocer sus potencialidades y su lugar en el Cosmos, para que tomando la posta de Luz que le corresponde, asumiese su función de puente uniendo planos, dimensiones y universos, y de guía para todos aquellos que le esperan, y para los que no, los disidentes del Plan, por medio de un amor infinito desarrollado en su propia esencia, se les tendiese una mano compasiva mostrándoles el camino de la misericordia y el perdón.
Actualmente, sólo la Tierra, ha alcanzado a desarrollar los parámetros o requisitos al comienzo esbozados. En los otros siete, por diferentes motivos, ya sean atribuidos a la asechanza o al mal manejo de los vigilantes del proyecto, los pobladores y sus hogares han desaparecido o han generado una inadecuada dependencia.
La Tierra y sus habitantes, sin querer queriendo, han terminado siendo protagonistas de esta gran “obra teatral cósmica”, la cual encamina su escenario natural a un acto último aún no escrito, pero que deslumbra un final feliz, ya que existe una esperanza grande en que sus actores, que andaban a mitad de función tomando expectativas particulares y posiciones partidistas, puedan unirse y llevar a cabo el designio emanado en principio, por medio de la renuncia y el desprendimiento, de la colaboración y el respeto, del trabajo y la alegría, y del amor y el perdón.
“Alégrense porque en vuestro mundo se están dando las condiciones favorables para que el nivel vibracional se vaya acercando a la cuarta dimensión de conciencia. Ustedes con su esfuerzo personal y grupal están haciendo posible que la ayuda se dé como estaba establecido en el Plan Cósmico, por una parte de la Hermandad Blanca de la Estrella y por otro de la Hermandad Blanca de la Tierra, que juntas con los obreros de la obra representados por vosotros, servidores de la luz, se está logrando concretar lo positivo que estaba escrito para que se cumpliera en los tiempos del cambio en este planeta de experimentación y, a la vez, se están escribiendo muchas nuevas cosas cargadas de esperanza, que harán que muy pronto vuestro mundo se sume a los planetas de la Confederación para formar parte de la ayuda a otros mundos”.
      
LA ESTRUCTURA DEL COSMOS
CAPITULO 1
A través de nuestra experiencia de contacto hemos aprendido que existe una cosmogonía extraterrestre, un Plan Cósmico que nos narra cómo empezó todo. Ellos dicen, a grandes rasgos, que el Cosmos está dividido en tres grandes universos, uno contenido dentro del otro. El Universo Material, el Universo Mental y el Universo Espiritual.
El Universo Material
Vivimos en un Universo Material de siete dimensiones. En dicho universo, los seres humanos tenemos siete cuerpospara actuar en estas siete dimensiones. Aparte del Cuerpo Físico, denso, material, tenemos un Cuerpo Astral que es el cuerpo de las emociones, de los deseos, unido al cuerpo físico a través de un cordón umbilical de energía, llamado el Cordón de Plata. También nos habla que hay un tercer vehículo que es el Ego Inferior, el carácter, la personalidad. Cuando una persona muere, muere su cuerpo físico. Lo normal es que al cabo de tres días muera su cuerpo astral y su ego inferior. Todos ellos mueren con uno, y el Ser pasa a la cuarta dimensión, al Mental Superior o al ego superior. Esto es que el ser humano es como un actor de una obra de teatro que terminada la obra, se quita el maquillaje, se quita el vestuario, deja atrás la escenografía, deja atrás el guión y sale a la calle como el actor que es y no como el personaje. Qué problema sería que terminada la obra, el actor se creyera el personaje que le tocó actuar y se confundiera con él.
Dejamos al lado al personaje pero asumimos toda la experiencia acumulada en esa encarnación. Los extraterrestres hablan de las vidas sucesivas, de la reencarnación. Pero ellos no la explican como la plantean ciertas religiones orientales que dicen que una persona puede encarnar en un animal. No hay involución. Es como si a una persona le fuera mal en la secundaria o en la universidad, y lo devolvieran al jardín de infantes. Uno tendrá que repetir cuantas veces necesite el grado para pasar al nivel inmediatamente superior, más nunca será degradado de nivel. Ellos aseguran además, que el género es circunstancial. Que en algunas vidas somos hombres, en otras mujeres; vamos pasando por todas las experiencias humanas teniendo a los planetas como planos de evolución. Cuando ya nuestro nivel de evolución sea lo suficientemente elevado, no reencarnaremos en este planeta. Ellos dicen que los seres que vivimos en este mundo, en el planeta Tierra, somos seres de 3:3. Seres que estamos en una tercera dimensión física y en un tercer nivel de conciencia.
El cuarto vehículo es el Mental Superior. Este es el cuerpo de las facultades síquicas, cuerpo de la intuición. Luego viene el vehículo del Alma que es la catedral del espíritu donde se acopian las experiencias de nuestras vidas anteriores, el maestro interno, el real ser de cada uno. Un vehículo más es el Espíritu que es la conciencia acumulada y finalmente el Cuerpo de la Esencia. Siete cuerpos para actuar en las siete dimensiones del universo material.
Para activar la conciencia en cada uno de esos siete cuerpos, existen siete centros de energía, los llamados siete chakras que se estimulan a través de la respiración.
Nosotros por medio de la respiración no solamente nos oxigenamos. También con ella nos cargamos de electrones, nos cargamos eléctricamente y esa energía de alguna manera se aloja en el sistema nervioso y emite luz. Esa luz al atravesar nuestro cuerpo, como una luz atravesando un prisma, forma una especie de arco iris de colores que no puede ser percibido a simple vista, sino con la mente. A simple vista lo que vemos es un halo. Eso es la cantidad de energía que una persona tiene. En la mañana más que en la tarde o en la noche. Pero la calidad de esa energía es lo que nosotros conocemos como El Aura. El aura es ese cuerpo     bio-plasmático, cinturón electromagnético que todo ser humano tiene que forma una barrera inmunológica o campo de protección. Aprender a respirar es clave para ir activando estos centros que nos van a permitir desarrollar concientemente cada uno de estos siete vehículos.
El Universo Mental
Ahora, más allá de la Séptima Dimensión, como en la música, en una octava superior, hay un universo paralelo a este. Es el Universo Mental. Los seres que proceden de allí ya no son extraterrestres, ni terrestres, ni intraterrestes. Son Ultraterrestres. Lo que llamaríamos Ángeles, Arcángeles, Tronos, Principados, Serafines, Querubines, todo este tipo de entidades pertenecen a este universo de octava, novena y décima dimensión.
Son conocidos también bajo el nombre de “Helell” o “Resplandecientes”. Seres de energía pura, mental, que habrían sido los responsables de las creaciones materiales. Sobre este punto, los Guías nos han enseñado que se han dado diversas creaciones en el Universo Material como parte de una “emanación” del Universo Mental o “Eternal”, por cuanto en él, el tiempo, sencillamente, no existe.
Dentro de las entidades mentales que moran en este Universo nos encontramos con los Padre Creadoresresponsables de la aparición de lo “Físico” en el Universo Material y los Guardianes del Destino, conocidos en el ámbito esotérico como “Los Señores del Karma“, entidades que regulan el tránsito de aprendizaje de las esencias que viven en el plano material, creciendo en conocimiento y conciencia a lo largo de vidas sucesivas.
El Universo Espiritual
Más allá habría otro universo, entre la décimo primera y décimo segunda dimensión que ellos denominan el Universo Espiritual o Interno. Tres universos, uno contenido dentro de otro.
Para comprender esto en su relación con la vida humana, por ejemplo, los primeros tres vehículos del hombre: el Cuerpo Físico, Astral y el Mental Inferior, constituyen el plano de la conciencia material y nos conectan con el universo material. El Cuerpo Mental Superior más el del Alma y el del Espíritu constituyen el plano de la conciencia mental y nos conectan con el universo mental. El séptimo vehículo, el de la Esencia, nos conecta con el tercer universo que es el espiritual.
Por esta razón al Universo Espiritual se le llama “Interno” o “Esencial”, por cuanto es el propio origen de las cosas, por llamarlo de alguna manera, ya que ni siquiera lo podemos medir o comprender, pero sí “sentir”.
¿Dónde queda el concepto de Dios en todo esto? Dios, la divinidad suprema, mora en cada una de estas dimensiones o manifestaciones de Su Conciencia Cósmica, por cuanto toda la creación, forma parte de sus latidos estelares.
Esta es la visión extraterrestre del Cosmos. Y es importante conocerla para comprender la crisis que empezó a afectar al Universo Material.
CRÓNICA DE UN ESTANCAMIENTO ESTELAR
CAPITULO 2
Entendiendo esto, pasamos a explicar que este Universo Material ha tenido muchas creaciones. Es un universo que tiene principio y por ende tendrá fin. Ahora, es un universo finito pero sin límites. Como una esfera. Las primeras civilizaciones que surgieron en esta última gran creación fueron teledirigidas, fueron guiadas por seres ultraterrestres del universo mental. Estas entidades actuaron como apoderados de estos entenados, de estos instruidos que eran los primeros en aparecer en este universo material. Estas primeras civilizaciones comenzaron a ayudar a otras que venían detrás y así sucesivamente en una larga cadena de solidaridad.
Aclaremos que los seres del universo mental, como los ángeles, no tienen una evolución como la nuestra. Su evolución no es por mérito como el caso nuestro, sino por tiempo de servicio. Como son seres que han sido creados dentro del universo mental son seres muy mentales que saben por conocimiento de adónde viene la cosa y para dónde va. O sea, no pueden desviarse ni a derecha ni a izquierda. Por así decirlo, diríamos que son seres un tanto cuadriculados o enmarcados que para evolucionar requieren que el universo material evolucione y los ayude o los promueva a alcanzar niveles superiores, como el universo espiritual.
Consecuencia de un orden mental

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