LOS ANUNNAKI LA REBELION DE MARDUK EN LA TORRE
DE BABEL
Tras la partida de Marduk, Enlil
convoco a los líderes, para repartir nuevos dominios. A Ninurta se le
concedieron todos los derechos de gobernabilidad aplicables, desde entonces a
su padre. Ishkur heredo el lugar de aterrizaje en Baal-Beek. Nannarsim heredo
sumeria y la península del Sinaí, siendo su hijo shamash el comandante de
Tilmun y Enki cedió las tierras de Egipto a Ningichira. Entonces los dioses
hicieron un balance, de hasta qué punto, su cimiente pura estaba siendo
diluida, después de haber mesclado su sangre con los terrestres. Había que
encontrar formas para controlar a las masas humanas, que tan rápidamente se
propagaban, había que detener aquel ritmo, o los terrestres gobernarían la
tierra. Hasta que consideraron como establecer asentamientos para ellos mismos
y otros para los terrestres, como mantener su nobleza sobre la humanidad,
como hacer que los muchos obedecieran y sirvieran a los pocos. Anu viajo hasta
la tierra para ser informado sobre los detalles del diluvio universal y trazar
nuevos planes de conquista, Anu fue informado del diluvio y de cómo
lograron sobrevivir los terrestres, a bordo
de aquella embarcación. Enki le dijo que la supervivencia de aquellos
terrestres se debía a la llegada de aquel emisario suyo llamado Galzu, ya que
este le había facilitado a Enki las medidas del arca y todo lo demás. Pero Anu
perplejo le dijo a todos, “nunca he enviado a la tierra a un emisario secreto
con ese nombre”. Enki no podía creerlo, si Galzu no era emisario de Anu, ¿quién
era? Y ¿porque determino de esa forma la supervivencia misma de la especie
humana? Galzu no podía ser ninguna alucinación, todos lo vieron y lo tocaron,
los tres líderes lo habían visto bajar de una nave, los tres hablaron con él.
Anu estaba también perplejo con la historia, pero la escribió, sin embargo, Anu
les dijo que Galzu había mentido en una cosa, los que regresaban a Nibiru, no
perecían, solo presentaban síntomas leves de confusión y nauseas, típico, de
los cambios de ciclos Nibiru años. ¿Cómo podía haberles mentido Galzu con algo
tan grave?, Cuando en lo demás fue tan acertadamente predictivo, trazando la estructura de una
embarcación que había salvado la vida de los terrestres. Anu tan solo pudo
extraer una conclusión de todo esto y pronuncio estas palabras “mientras
nosotros decretábamos destrucción, la mano del destino dirigía cada paso, la
voluntad del creador de todo, es evidente”, luego Enki añadió, “la tierra
pertenece a los terrestres, se nos ha utilizado para civilizarlos y hacerlos
avanzar, si esa es nuestra misión aquí, actuemos de acuerdo con ello”. Pero
Enlil no opinaba lo mismo. Anu decreto que los Anunnaki debían dividir la
tierra en cuatro regiones, tres de ellas se compartirían con el hombre y la
cuarta Tilmun estaría restringida, solo para los dioses. Anu reclamo la
presencia de Marduk, quería pedirle disculpas por algo que había sucedido,
hacía mucho tiempo, Anu pensaba que el hecho de haber invitado a Dumuzi y a
Ningichira a Nibiru, sin haber pensado en él, le había engendrado un rencor
desmesurado y no se equivocaba. Por esa razón Anu se sentía en deuda con Marduk
y en lugar de castigarlo por su rebeldía, quería reunirse con él para
indultarlo, cuando volvieron a reencontrarse, Marduk comunico a Anu la muerte
de su esposa Sadbani, anu lo abrazo y conmovido le dijo, “suficiente has sido
castigado, y luego lo bendijo para
perdonarlo de todas las pruebas de las que estaba acusado, tras el conflicto
armado. Anu se sintió satisfecho con la reconciliación y decidió partir con su
carro cargado de oro hacia Nibiru. Pero como siempre ocurría, cuando anu partía
los conflictos volvían a escena. Marduk supo, luego que anu había ordenado
dividir la tierra en cuatro regiones y que Ishtar heredaría uno de esos
dominios. Como era eso posible, si ella poseía uno de los rangos numéricos más
bajos, el quince. Probablemente fuera debido a que Ishtar era la nieta
preferida de Anu y cualquier capricho que reclamara, se le concedía sin
problemas. Zecharia sitchin, postulaba, que quizás Ishtar, le concedía favores
sexuales Al rey Anu. La primera ciudad exclusiva para los dioses fue Ki-Engi,
“la tierra de los nobles vigilantes”, pero la primera ciudad consagrada para
los hombres fue Kishi, “ciudad cetro”, gobernada
por Ninurta, allí las gentes de cabeza negra, aprendieron matemáticas y se
estableció la primera realeza terrestre, “hombre poderoso, “fue el “primer
título real” otorgado a un humano. Para convertir Kishi en el centro de la
humanidad civilizada, Ninurta acudió a Enki para obtener tablas “Me”, en donde
se albergaban formulas divinas, concernientes a la realeza. Enki le concedió
cincuenta tablas “Me”, para convertir Kishi en una gran ciudad real. En Kishi
llegaron a gobernar veintitrés reyes y la ciudad tuvo una vigencia de esplendor
de más de cuatrocientos años. Más adelante, Ishtar logro seducir a Enki para
robarle tablas “Me” que contenían datos valiosos, sobre gobernabilidad y
tácticas de guerra. Logro emborracharlo y le sustrajo un total de noventa y
cuatro tablas “Me”. Marduk exigió una ciudad sagrada para él, pero Enlil se la
negó. Entonces presa de ira, Marduk desafío al gran líder, levantando una
enorme torre de babel, cuya cima pudiera alcanzar los mismos cielos. Marduk se
estaba volviendo poderoso, reclutando a miles de terrestres a su servicio.
Aquella torre de babel estaba adquiriendo unas proporciones tan majestuosas,
que ponía en evidencia la supremacía del poder en Lilitza. Según sitchin, la
torre era en realidad una plataforma de lanzamiento para cohetes, propia de un
puerto espacial, lo que irrito a Enlil, fue que Marduk estuviera a punto de
iniciar la era espacial en pleno año 3500 antes de cristo, compartiendo toda su
tecnología y conocimiento con el hombre antiguo. Los hijos de Enlil, pronto
entraron en acción, Ninurta y los suyos, desde sus naves celestes, dejaron caer
sobre la torre en construcción, fuego y azufre, la torre fue retirada y a sus
seguidores, consiguieron dispersar. Enlil decidió romper la unidad entre los
terrestres que seguían a Marduk. Diciendo “hasta ahora todos los terrestres tenían un
solo lenguaje”. En una única lengua hablaban. “En lo sucesivo confundiré su
lenguaje, para que no se comprendan entre sí”. Este fue el conflicto que marcó
el inicio de la disparidad de lenguas entre los pueblos. El origen de las
lenguas no fue casual, ni fruto de una evolución natural. Se trató más bien de
un plan muy bien urdido para crear dispersión y así debilitar el buen
entendimiento de los pueblos, para que se establecieran fronteras y
delimitaciones y así sesgar conceptos unitarios que pudieran hacer fuerte al
bando terrestre, bajo la máxima de divide y vencerás. Cuando la ciudad de
Kishi, cedió la línea monárquica de Unupki, Ishtar la gobernó con mano firme.
Un himno de celebración, decía, así “Dama de los
“Me’s”, reina brillante resplandeciente, por el amor de Anu consagrada,
portadora de grandes adoraciones, Dama de los grandes “Me’s”, de ellos es la
guardiana”. Ishtar estaba pletórica como señora del Unupki. Pero su poder solo
empezaba a extenderse. En cuanto se hubiese establecido la segunda región,
llegaría su momento álgido y la tercera región sería totalmente suya, un hecho
que sacaba de equisio a Marduk. Cuando Marduk regreso a Egipto para volver a
gobernarlo se tuvo que enfrentar contra su hermano Ningichira y le amenazo así
“Tú me has quitado mi sitio, de ahora en adelante solo serás un ayudante mío,
pero si te sientes inclinado hacia la rebelión, a otra tierra tendrás que
largarte”. Ningichira no quiso ceder tan fácilmente y durante trecientos
cincuenta años, estuvo en constante conflicto con su hermano, hasta el día en
que Enki, le aconsejo un camino hacia la paz, emigrar hacia otras regiones, y
así lo hizo. Ningichira se dirigió hacia las selvas amazónicas
y en Mesoamérica se estableció como el dios de la sabiduría, compartiendo sus
conocimientos con el hombre. Fue conocido como Quetzalcoatl “la serpiente
emplumada”. Marduk por fin se proclamó amo indiscutible de Egipto. Marduk fue
renombrado como Ra “El brillante” y cuando empezó a gobernar, modifico gran
cantidad de cosas. En primer lugar unifico las ciudades del norte y del sur
para conformar Menanefer, cuyo rey fue Mena. El generoso Enki desplego todos
sus “Me’s” a disposición de su hijo para convertir a Egipto en una civilización
poderosa y fértil. Enki le designo a Marduk un sector celeste que le
representara y eligiera la constelación del carnero. Marduk reunía pues, todos
los elementos característicos
del belicoso signo de Aries. Ishtar heredo una región llamada Aratta “El reino
arbolado” ubicado en un frondoso valle de grandes llanuras, donde los
terrestres cultivaban cereales y el ganado podía nutrirse con los extensos
campos de pastos. Los expertos no tienen claro donde se hallaba exactamente
Aratta, algunos opinan que estaría emplazada entre Pakistán y la India
occidental, otros la sitúan en el sur de Irán. Pero las tierras de Ishtar, o
Afrodita, como también era conocida, no prosperaban como
las de Egipto, que gobernaba su odiado Marduk. Ishtar estaba hundida y presa de
ira, además no superaba la muerte de su amado Dumuzi. En uno de los recintitos
de Unupki, Ishtar construyo la llamada “casa para el placer nocturno”. La diosa
atraía con sus encantos a hombres jóvenes para sus noches de desfogue sexual,
los engañaba prometiéndoles una larga vida junto a ella y sus riquezas. A la
mañana siguiente de cada orgia, los hombres aparecían muertos en la cama de
Ishtar, la diosa se había convertido en una enferma sedienta de sangre que
cometía delirantes actos psicóticos. Mientras en Egipto, Marduk se auto
proclamaba el mayor de los dioses “Aquel que no tiene igual, el gran solitario
y único” así se situaba, a sí mismo, Marduk como Ra, por encima de todos los
demás dioses. Aquellas alabanzas en las que desafiaba al resto de dioses, llegaron a
oídos de los líderes, quienes las acogieron con alarma e indignación. Enki se
asustó por la provocación que sus palabras causaban en los grandes Anunnaki.
Aquel egocéntrico gesto podría conllevar represarías graves y hacer enfurecer a
Enlil y a los suyos. Las tierras del Edin estaban bien delimitadas en
gobernabilidad con respecto a Egipto. Enki fue a ver a Marduk y le dijo “Que es
lo que pasa, inauditas son tus pretensiones” Marduk le respondió con aplomo que
los cielos anunciaban su victoria absoluta por encima de todos, una
supremacía dada por una señal celeste incuestionable. La era de Tauro, el signo
de Enlil se agotaba y pronto se instauraba la era de Aries. Así dijo Marduk
pletórico, “En los cielos la era del Carnero, miera, eta llegando, los augurios
son inequívocos”. Se hallaba Marduk en lo cierto? Indicaban los cielos el fin
de la era de Enlil?. Las provocaciones siguieron durante mucho tiempo y el
resultado sería una guerra tan atroz como nunca había conocido el ser humano.
Planeta Azul les invita a seguir el final de la historia de los Anunnaki en
la tierra, signado por cruenta violencia y devastadora destrucción bélica.
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