El Error de la concentración.
Uno de
los errores más comunes en quienes investigan o quieren practicar la
Telekinesis, es pensar que la clave para desarrollar este poder está en la
concentración. Este es un error muy grande, que solo pueden tener aquellos que
no han obtenido resultados en el tema de las kinesis, o que solo se basan en
teorías y razonamientos, quizá incluso de otras personas que tampoco han
obtenido resultados, o que si los han obtenido, al menos parecieran estar
tratando de explicar todo mal, para que nadie más desarrolle este poder.
El problema con la concentración es que
la misma, es un acto consciente y activo de la mente o pensamiento, el cual
consiste en pensar intensamente en algo, es decir, concentrar nuestra atención
sobre algo, de modo que todos nuestros sentidos queden desconectados o absortos
en algo, y solo persista la idea, imagen, objeto o intensión en el cual nos
concentramos.
Al hacer esto, lo que ocurre es que
desgastamos una gran cantidad de energía mental, lo cual no favorece a las
kinesis, en las cuales lo que necesitamos es economizar energía, para poder
enviarla o proyectarla sobre el objeto o elemento que deseamos controlar.
Además la
concentración mantiene la mente con su actividad razonadora activa, lo cual
también genera una resistencia, cuyos efectos ya se conocen en psicología, pues
es lo mismo que ocurre a una persona que intenta activamente controlar o luchar
contra una obsesión, o una adicción, y lo que se consigue al pensar
persistentemente, es justamente el efecto contrario, es decir, que mientras más
la persona quiere evitar o controlar algo, más deseos tiene de hacerlo o de
sucumbir ante esta obsesión o adicción…
Así,
quienes intentan concentrarse sobre un objeto para poder moverlo, lo único que
logran es “bloquear” al subconsciente, y desgastar más energía de la necesaria,
con lo cual el objeto no se logra mover. Tan solo en algunos pocos casos se
logran pequeños resultados, y esto ocurre porque se insiste tanto en esta
concentración, que al final, la mente y el pensamiento activo se agotan, y por
fin dejan paso al subconsciente, pero este no es el mejor método, ni el más
efectivo a la hora de lograr la Telekinesis, ya que la probabilidad de
conseguir algún resultado, se reduce sustancialmente.
Qué es entonces el
“Enfoque”.
El
enfoque es un proceso diferente a la concentración, porque lo que se hace no es
cerrar o contraer la mente, sino todo lo contrario, es una actividad expansiva,
que consiste en poner toda la energía y recursos mentales a disposición del
subconsciente, para que este proyecte esa energía, sobre el objeto elegido para
mover.
Dicho
de otro modo, cuando nos enfocamos en mover un objeto, lo que hacemos es
proyectar sobre este, la mayor cantidad posible de energía mental, pero sin el
inconveniente de que el consciente genere una “resistencia”.
El
ejemplo más sencillo de las diferencias entre “Concentración” y “Enfoque” que
puedo darles, es mediante estas comparaciones con cosas más concretas:
Concentración: Sería algo parecido a
realizar un pequeño orificio en un gran dique o represa, para dejar salir un
hilo de agua por allí, con la intensión de que ese flujo o chorro mueva una
gran roca…
El
problema es que aunque dispongamos de mucha agua (energía mental), esta no es
capaz de pasar con todo su caudal por ese pequeño orificio, ya que hemos
reducido las posibilidades al crear un muro de contención, que sería esa
resistencia mental, propia de la concentración. Este es un efecto muy común de
la mente, que posee esta característica de resistirse a toda idea que se
realice de forma activa, hasta tanto esta no haya pasado por el filtro del
subconsciente, luego de muchas repeticiones de la idea.
Enfoque: Se asemeja a usar una
linterna para iluminar una gran roca… lo que hacemos es simplemente proyectar
la luz (de la mente) sobre el objeto elegido, sin intervenir ni obstaculizar el
haz de luz, no dejamos que la mente activa o consciente, la mente de todos los
días, ponga un obstáculo entre esa luz y el objeto… esto lo que logra es que la
mayor cantidad de energía posible, sea proyectada sobre lo que hemos elegido en
las kinesis.
Pero entonces cómo debo
enfocar.
Igual
que en ejemplo (algo simplificado) de la linterna, lo que debemos hacer es
mirar el objeto, sin más intención que percibirlo y verlo, así como cuando
alumbramos un objeto. No hacemos ningún esfuerzo, porque eso bloquearía al
subconsciente.
Pero
aquí seguramente muchos lectores se preguntarán, cómo es que lograrán que el
objeto se mueva, si no pensamos en moverlo, y solo lo miramos. Pues bien aquí
hay un gran secreto que voy a develar ahora mismo.
La clave maestra, la
confianza en que la mente sabe lo que hace.
Verás,
cuando tú intentas pensar en mover un objeto con la mente, estás concentrándote
en algo, y ya sabes lo que sucede cuando te concentras… no logras nada.
Y
no es que la concentración no sirva para nada, sino que esto solo significa que
no sirve para la Telekinesis, pero sí es buena cuando queremos planificar,
encontrar detalles, relacionar información, es decir para cosas que involucren
la inteligencia activa y el razonamiento.
Así
que la forma correcta de usar el enfoque sería la siguiente. En principio
debemos poder “conectar” con el objeto que queremos mover, y allí entra el
enfoque.
Debemos
solo mirar el objeto, tratar de ver sus detalles, pero haciéndolo de forma relajada
y pasiva. Esto hace que el subconsciente asimile el objeto, lo “sienta”, lo
“perciba” de forma completa.
Sería
algo así como “escuchar” al objeto y a la realidad, conectar con la energía y
de esta forma ser parte del todo. Al hacerlo así, estamos conversando con el
objeto, estamos prestando atención a la realidad de la existencia, en lugar de
hacer como la mayoría, que es simplemente fuerzan las cosas, intentando obligar
a la realidad para que haga lo que ellos desean. Y lo que ocurre cuando una persona
hace esto es bien simple… la naturaleza se resiste.
Una
vez que hemos “enfocado”, y que nos hemos conectado, lo que hacemos “recién”
entonces, es comenzar a visualizar lo que queremos que haga el objeto, y cómo
queremos que se mueva, etc.
O
bien podemos comenzar a visualizar lo que queremos que haga, y luego enfocar.
Sea
como sea, la visualización y el enfoque no se deben hacer al mismo tiempo,
porque eso también produce un bloqueo de la energía.
Yo
uso preferentemente este último método, es decir, que primero visualizo lo que
deseo que haga el objeto, me imagino cómo se moverá, y recién luego me enfoco.
Durante este proceso de enfoque, ya no visualizo nada, y si necesito volver a
visualizar, dejo de enfocarme. Recuerda que cuando enfocas, estás enviando
energía, y ese proceso no debe ser obstaculizado por nada.
Recomendaciones finales.
La
meditación es una gran herramienta para aprender a enfocar, sobre todo la
llamada meditación Zen, y dentro de esta disciplina meditativa, es mejor
practicar (para el enfoque) la meditación contemplativa, que es aquella en la
que se coloca un objeto frente a nosotros, y solo se lo mira para meditar en
él, para obtener una consciencia plena de la realidad de las cosas.
Espero
que estas explicaciones que comparto, te ayuden a comprender como utilizar este
valioso recurso del enfoque, y desarrollar las kinesis, o en este caso la
Telekinesis.
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