domingo, 21 de febrero de 2016

ODIN

El panteón escandinavo: Odín (II)

 
 Odín donde lo dejamos la última vez. Como decíamos en el apartado anterior, Odín es llamado “el ciego”, entre otros muchos epítetos, pero, ¿por qué es llamado de esta manera? Además, goza de un gran conocimiento, incluyendo un gran saber mágico, ¿por qué?. Este es otro de los interrogantes que merecen una explicación.
Desde su nacimiento, Odín se sintió ávido de alcanzar la Sabiduría; tras buscar donde la podría hallar, supo que en las raíces del árbol sagrado, Yggdrassil, del que ya hablaremos en su momento, se encontraba un pozo cuya agua daba la Sabiduría. Dicho pozo estaba guardado por la cabeza de Mimir, un jötunn que había sido decapitado. Tras conseguir descender hasta el pozo en las raíces del gran árbol, se encontró con la cabeza de Mimir que le puso como condición el que debía darle uno de sus ojos para dejarle beber del pozo de la Sabiduría. El dios aceptó sin dilaciones y se arrancó uno de sus ojos, el cual Mimir lo guardó como garantía, hundiéndolo en las profundidades de su manantial. Bebiendo abundantemente de las aguas, Odín se hizo con el conocimiento que ansiaba, sin lamentar jamás el sacrificio que había hecho.
Este es uno de los relatos mitológicos que nos hablan de cómo Odín adquirió la enorme sabiduría de la que goza. Veamos otro pequeño mito que nos explica también ese proceso (normalmente, estos procesos para adquirir poder suelen ser traumáticos en la mayoría de las mitologías indoeuropeas y los ejemplos son bastante abundantes) que tuvo que padecer el dios para conseguir tal objetivo. En cierto pasaje del Hávamál (uno de los poemas de la Edda Menor de Snorri Sturlusson, del que ya hablaremos en su momento) se habla de cómo el principal dios nórdico consiguió las runas:
Veit ek, at ek hekk
vindga meiði á
nætr allar níu,
geiri undaðr
ok gefinn Óðni,
sjalfr sjalfum mér,
á þeim meiði,
er manngi veit,
hvers af rótum renn.
Við hleifi mik sældu
né við hornigi,
nýsta ek niðr,
nam ek upp rúnar,
æpandi nam,
fell ek aftr þaðan.
Sé que colgué
en un árbol mecido por el viento
nueve largas noches
herido con una lanza
y dedicado a Odín,
yo ofrecido a mí mismo,
en aquel árbol del cual nadie
conoce el origen de sus raíces.
No me dieron pan,
ni de beber de un cuerno,
miré hacia lo hondo,
tomé las runas
las tomé entre gritos,
luego me desplomé a la tierra.
Como vemos, Odín se sacrifica a sí mismo, colgándose de un árbol durante nueve noches para obtener el conocimiento y la sabiduría mágica. Ciertos autores ven aquí una clara influencia de las tradiciones cristianas, concretamente del sacrificio de Cristo en la cruz, por lo que sería un mito de una factura tardía. Sin embargo, lo más probable es que sea mera coincidencia conceptual, recordemos que el tema de los sacrificios y los trances dolorosos para obtener algún tipo de poder o sabiduría estaban muy extendidos entre los mitos de los pueblos indoeuropeos desde mucho antes de la aparición y posterior expansión del cristianismo.
Así pues, de esta manera, Odín conoce el secreto de las runas, de las que ya hablaremos en nuestra siguiente entrega.
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El panteón escandinavo: Odín (I)

 
Odín es uno de los dioses más interesantes del panteón escandinavo (y germánico si generalizamos). Es el principal dios de dicho panteón, aunque esto no siempre fue así, pues suplantó en el transcurso de los primeros siglos de nuestra era a Tyr en el papel de dios soberano, tomando para sí características y áreas de actividad que antes habían pertenecido a este dios y a otros, sin embargo,  esto lo veremos más detenidamente en el apartado correspondiente a Tyr. El nombre de Odín, junto con sus homónimos de otras regiones (antiguo nórdico: Óðinn, antiguo alto alemán: Wôdan, antiguo inglés o anglosajón: Wōden), tiene su orígen etimológico en una antigua palabra indoeuropea, concretamente proto-germánica, que hacía referencia al posible “ancestro” de este dios al que se le hacía culto:*Wōđanaz. Según nos comenta Enrique Bernardez en “Los Mitos Germánicos” dicho nombre significaría algo así como “El que posee el furor”. En principio pensaríamos en el furor guerrero pero su significado va más allá, se refiere al estado de trance vinculado con las prácticas adivinatorias de estos antiguos pueblos, con la magia y el contacto con los muertos pero también con la inspiración y el arrebato poético. Se piensa que Odín en un principio sólo era el dios de los muertos, de los caídos en combate, quizá uno de varios dioses de los muertos pues los otros (en concreto diosas) se encargarían de otra clase de muertos, fallecidos en otro tipo de circunstancias no vinculadas al combate (Hela?). Por otra parte, cuando Tácito nos habla de los dioses de los germanos, siempre nos los cita comparándolos con los que él ya conoce, los grecolatinos, por ello a Odín los relaciona con Mercurio. Algunas de las funciones de ambos dioses coinciden plenamente (ambos son psicopompo, es decir, se encargan de conducir a las almas de los muertos al más allá, en el caso de Odín mediante las valkirias. También ambos son dioses muy viajeros, adoptando vestimentas muy parecidas en sus viajes, ya sea con capas o capuchas), sin embargo otras funciones no coinciden: Mercurio era dios de los mercaderes función que Odín no tiene. Por otra parte, aunque los dos conducen a los muertos al más allá o al inframundo, Mercurio no hace distinciones como si las hace Odín.
Petroglifos de Tanum, Suecia (Edad del Bronce). ¿Wodanaz, el "ancestro" de Odín?
“El padre de todos” (Alföðr) como también era conocido, junto con otros tantos nombres que veremos, era el dios de la poesía, de la muerte, del conocimiento y de la guerra. Pertenecía al grupo de dioses conocidos como Ases, en contraposición al otro grupo de dioses denominados Vanes. Los primeros serían dioses vinculados con la aristocracia escandinava, con las castas guerreras y los ambientes cortesanos, mientras que el segundo grupo estaría más relacionado con el mundo de los campesinos, con las cosechas y todo lo concerniente al pueblo llano. Esto son puntos de interés que también iremos desarrollando en función avance el blog.
Como decíamos, Odín recibe numerosos nombres que aluden a sus características más comunes como dios tutelar y soberano y que hacen referencia a numerosos mitos en los que él participa o tiene un papel importante. Algunos de ellos son: Hnikarr (“que inflama”), Kialarr, (“destructor”), Blindi (“el ciego”), ðhöttr(“capucha larga”), Veratðr (“dios de los hombres”), Göndlir (“el que tiene el bastón mágico”), etc. Los nombres muestran diferentes facetas del carácter de Odín, o algo de la diversidad de sus actividades: el dios de la guerra y el dador de la victoria, el dios de la magia, el dios siniestro, el dios terrorífico y espantoso, incluso, como decía, algunos nombres encierran mitos en sí.
En cuanto a su apariencia física, normalmente tomando ejemplos de representaciones tardías, se le imaginaba como un hombre de edad madura o avanzada, tuerto, y que porta una lanza denominadaGungnir (La palabra significa la producción de un violento temblor o sacudida, supuestamente, sacudía con viveza a cualquiera que era golpeado por ella. Según la mitología fue fabricada por los hijos de Ivald (los enanos), y fue dada a Odín por Loki en compensación por el robo del pelo de Sif, mito que veremos llegado el momento). También se le solía representar montado sobre su caballoSleipnir, de ocho patas (algunos autores defienden que el caballo divino no tenía ocho patas y que si se le representaba así era simplemente para resaltar su facultad de correr a enormes velocidad y de elevarse por los cielos).
Bueno hasta aquí la primera parte referente al dios soberano de los escandinavos, en los siguientes días y semanas iré incluyendo más información.

El panteón escandinavo.

 
Mucho se ha escrito sobre la mitología escandinava. La lista de libros, documentales, webs, videojuegos, e incluso grupos musicales que nos hablan y nos reflejan aspectos de estas creencias son innumerables, en bastantes casos sustentados en tópicos y elementos erróneos, todo hay que decirlo, pero que, sin embargo, han ayudado a que  las diferentes historias, relatos y dioses que conforman esta mitología se vayan conociendo desde hace ya bastantes años, para bien o para mal.
Mi intención en este blog es que conozcáis a estos dioses, sus costumbres (reflejo de las de los pueblos que los veneraban) e historias; pero además de esto, también me gustaría profundizar algo más, llegar al orígen de estos cultos. ¿Por qué Odín es un dios de la muerte, de la poesía y un dios guerrero?, ¿por qué Freya es una diosa de la fertilidad? o ¿por qué Thor porta un martillo? son preguntas que intentaremos abordar a medida que vayamos ampliando el desarrollo de este tema.
No obstante, y para que sirva de introducción, vamos a ver los principales dioses del panteón escandinavo, a los que añado algunas de sus características principales de una forma sintética.
-Odín: también es conocido como  Woden o Wodan/Wotan, es el dios supremo del panteón escandinavo. Es el dios de la guerra, la sabiduría, la poesía y la muerte. Será el primer dios que tratemos en profundidad.
-Thor: es el hijo de Odín, es el dios atmosférico por antonomasia pero también gobierna sobre las cosechas y los campos. También es un dios guerrero y herrero, que siempre porta a su martillo Mjöllnir.
-Tyr: es un dios manco, guerrero y batallador, pero también dios de los pactos y juicios. Veremos que encierra un pasado cuanto menos curioso.
-Freya: hermana de Frey; es la diosa de la fertilidad por excelencia. Goza de uno de los cultos más antiguos entre los dioses del panteón escandinavo, aunque se la puede rastrear en otras regiones del mundo germánico.
-Frey: es un dios relacionado con la fertilidad, con la sexualidad, al igual que su hermana, y con la regeneración natural.
-Loki: hijo de jötnar (ya veremos lo que son), no es un dios propiamente dicho, pero muchas veces acompaña a estos en diferentes empresas. Es un ser travieso aunque otras veces llega a ser verdaderamente malévolo.
-Heimdall: es el vigilante de los dioses; vigila la entrada a Asgard para evitar la llegada de enemigos indeseables para los dioses, como los jötnar y demás demonios.
Estos ejemplos de dioses, junto a otros tantos que no he incluido aquí (Hel, Aegir, Skadi, etc.), los iremos desarrollando en las entregas sucesivas e intentaremos ver en profundidad sus origenes y las características que los definen.
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Los llamados pueblos germánicos (VI): Los orígenes.

  
Pasemos ahora a la otra teoría que os comentaba, la de Colin Renfrew, un arqueólogo y prehistoriador inglés de gran fama pero también de gran controversia. Desarrolló la “Hipótesis Renfrew”, que sostiene que los protoindoeuropeos vivieron 2.000 años antes de lo que propone la Hipótesis de los kurganes, en el este de Anatolia; desde allí se habrían expandido, por irradiación cultural y no por migración física, hacia Europa, difundiendo las conquistas de la Revolución agropecuaria del Neolítico. La hipótesis de Renfrew se opone a la hipótesis kurgánica de Marija Gimbutas. Es decir lo que hace Renfrew es relacionar la expansión de los indoeuropeos con la expansión del Neolítico y la agricultura, remontándolo hacia el 6000 a.C. Sin embargo, para esas fechas se constatan cultos a la Diosa Madre en Anatolia, por lo que directamente esta teoría choca con la de Gimbutas.
Hipótesis alternativa de Colin Renfrew.
Llegados a este punto recapitulemos un poco para organizar todo este batiburrillo de cosas. Según los testimonios lingüísticos y arqueológicos parece ser que hacia el 3000-2500 a.C. entraron en escena en Europa una serie de culturas nuevas que poco a poco se fueron mezclando con las ya existentes que profesaban una serie de cultos a la Diosa Madre, a diferencia de los recién llegados que tenían cultos a dioses más belicosos. Con la llegada de los pueblos indoeuropeos llegó el uso del caballo y el carro, un nuevo tipo de enterramiento y una nueva forma de organización social, patriarcal.
De momento dejaremos aquí nuestro viaje en busca de los orígenes de los germanos para continuar más adelante. La siguiente entrada del blog será seguramente “El panteón escandinavo”, pero tendréis que esperar unos pocos días :)

Los llamados pueblos germánicos (V): Los orígenes.

 
Bueno, como hemos visto y resumiendo, parece ser, en función de los datos lingüísticos, que hubo una serie de pueblos denominados protoindoeuropeos, más o menos situados en el Cáucaso y en la actual Ucrania. Tras varios siglos se fragmentarían y con ello su lengua también y se irían distribuyendo por diferentes regiones del globo, tal y como aparece en la ilustración anterior que os puse.
Muy bien, los datos lingüísticos coinciden en este planteamiento, pero ¿y los datos arqueológicos? Bien, existen dos teorías, las más notorias, que intentan ofrecernos un posible origen de los protoindoeuropeos, el denominado urheimat o cuna de los protoindoeuropeos.
La primera de las hipótesis la plantea la arqueóloga, ya desaparecida, Marija Gimbutas. Dicha hipótesis sobre el urheimat protoindoeuropeo es denominada como “Hipótesis de los kurganes”; mediante la siguiente ilustración os lo explicaré:
Hipotética expansión de las culturas proto-indoeuropeas e indoeuropeas por Eurasia.
Tal y como se observa en el dibujo se diferencian tres colores partiendo desde una región central enrosa. Bien, esta es la zona que propone Gimbutas para el urheimat, zona que estaría habitada por la cultura de los kurganes (en breve veremos que es un kurgan). A su vez dentro de esta cultura de los kurganes encontramos otras subculturas en función de lo que los datos arqueológicos nos ofrecen, como por ejemplo la Cultura de Maykop o la de Sredny Stog, pero bueno esto no nos interesa ahora, vayamos a cosas más generales.
Como decía, en esta zona al norte del Cáucaso tiene su cuna el protoindoeuropeo según Gimbutas. Nos encontraríamos entonces hacia el 4500-4000 a.C. En esta etapa aparecería en la región un tipo de enterramiento en túmulo. Dichos enterramientos recibieron el nombre de kurganes, dado que en ruso túmulo se dice kurgan. En este periodo se detectan nuevos elementos arqueológicos muy interesantes: carros, carros muy prototípicos pero carros al fin y al cabo, enterrados en estos kurganes de los que hablamos. No fallan, aparecen en la mayoría de los enterramientos. También encontramos estelas de piedra de deidades antropomórficas desconocidas.
Hay que señalar que estas tumbas kurgan son tumbas de guerreros, tal y como se refleja en sus ajuares funerarios donde podemos encontrar hachas o dagas. Su sociedad sería patriarcal y bastante jerarquizada.
Siguiendo con el mapa ahora pasemos a ver la zona roja. Esta zona correspondería a un periodo de expansión de estas culturas que comprendería desde el 3500 al 2500 a.C. Los elementos culturales de los que ya hemos hablado se irían extendiendo en función del movimiento expansivo de estas gentes. Y como era lógico llegó un momento en que llegaron a Europa.
Nos encontramos más o menos en el 3000-2500 a.C. Para entonces, esa especie de unidad entre los pueblos protoindoeuropeos se ha roto y ahora existirán bajo la denominación de indoeuropeos. No obstante, muchas de sus características aún se mantienen como por ejemplo el uso del carro, los enterramientos de tipo kurgan, su sociedad jerarquizada y patriarcal, etc. Como decía, al llegar a Europa, algunos de estos pueblos indoeuropeos entrarán en contacto con las poblaciones autóctonas neolíticas y calcolíticas (es decir, de la Edad del cobre) que allí se encontraban. Esto constituyó un proceso muy largo en el tiempo y que si veis el mapa correspondería a la parte anaranjada.
Al entrar en contacto las culturas extranjeras, es decir, las indoeuropeas, con las culturas pre-indoeuropeas de Europa, surgirían a su vez nuevas culturas, podríamos llamarlas culturas mixtas o culturas kurganizadas. Ejemplos: Cultura de Baden, Cultura de Cerámica Cordada, Cultura de Ánfora Globular, cada una con sus características pero todas manteniendo un fuerte componente indoeuropeo. Más o menos se situarían en el centro y noreste de Europa.
Llegados al 2500-2000 a.C. la situación ha evolucionado: Las poblaciones kurganizadas se han extendido por la mayor parte de Europa (en la zona Asiática ocurre algo parecido, por tanto me ahorro la explicación). Ahora comenzamos a ver diferenciaciones más tangibles: ahora se detectan un conjunto de protolenguas que van de la mano de estos movimientos poblacionales a los que me he ido refiriendo. Dichas protolenguas indoeuropeas serían el germen del futuro celta, del germano, del iranio, del hitita, etc.
A partir de este 2000 a.C. y hasta llegar al 1000-800 a.C. irán poco a poco surgiendo, según se vayan estableciendo definitivamente estos pueblos, civilizaciones con entidad propia y mejor definida: surgirá la cultura micénica a partir de los aqueos, los hititas harán su aparición en Anatolia, los celtas comienzan a surgir en centroeuropa hacia el 850 a.C., los primeros antecesores de los germanos harán lo propio en el norte de Europa, etc.
Marija Gimbutas veía la expansión de la cultura de los kurganes como una serie de invasiones militares, donde una nueva cultura guerrera se imponía a las pacíficas culturas matriarcales de la Vieja Europa, reemplazándolas por una sociedad guerrera patriarcal, en un proceso visible por la aparición de asentamientos fortificados y elevados, y por la presencia de tumbas de jefes guerreros. En sus últimos años de vida, Gimbutas aumentó enfáticamente la naturaleza violenta de esta transición desde el culto mediterráneo a la Diosa Madre, ejercido por las comunidades neolíticas europeas, a una sociedad patriarcal y al culto de un belicoso dios del trueno (Dyaus). Sin embargo, muchos estudiosos que aceptaban el escenario propuesto de las migraciones indoeuropeas, mantenían que la transición fue bastante más gradual y pacífica de lo que sugería Gimbutas. Las migraciones no fueron, con certeza, rápidas operaciones bélicas orquestadas, sino más bien la expansión de tribus y culturas inconexas a lo largo de muchas generaciones. El modo en que las nuevas culturas se impusieron a las indígenas (por asimilación pacífica o mediante la violencia) sigue siendo un punto controvertido entre los seguidores de la hipótesis de los kurganes.
Por último os pongo un vídeo sobre los indoeuropeos en Europa. Está en inglés, aunque se entiende bastante bien, me conformo con que tengáis una imágen aproximada de cómo pudieron ser estos pueblos; con que veáis los cuatro primeros minutos basta. En la siguiente entrega me centraré en la teoría de Renfrew, que localiza el urheimat en Anatolia. Aprovecho para decir que cualquier duda, por favor preguntadme mediante comentarios a las diferentes entradas que vaya poniendo, se que el tema es complejo, pero es necesario para explicar el origen de las poblaciones germánicas.

Los llamados pueblos germánicos (IV): Los orígenes.

  
Antes de comenzar con este interesante viaje hacia las raíces de los pueblos germánicos os aclaro un poquito mis intenciones con este monográfico. Será un viaje en el que intentaré remontarme lo máximo posible en el tiempo para que podamos siquiera atisbar entre las nieblas de la historia (mejor dicho, de la prehistoria), alguna pista sobre el origen de estas poblaciones.
Primeramente me gustaría indicaros que este es un tema que voy a tratar de forma divulgativa, no es académico sensu stricto , con lo cual quiero decir que puedo caer en algún error que cualquier experto en la materia me podría reprochar. No es mi intención ahora contrastar hipótesis o teorías arqueológicas o lingüísticas, ni tampoco mantener un rigor científico in extremis, mi única intención es dar a conocer lo que se ha generalizado en los ámbitos universitarios y académicos en los últimos tiempos, en otras palabras, ofreceros una serie de teorías conocidas y aceptadas en dichos lugares por los mayores expertos en historia y  lingüística indoeuropea.
Bien, a estas alturas, seguro que os habréis preguntado quiénes son estos indoeuropeos que acabo de nombrar. Si os fijáis, la misma palabra hace referencia a dos entidades geográficas, por una parte India y por otra Europa. No os preocupéis, a medida que vayamos avanzando en el monográfico todas las dudas se os irán aclarando con respecto a este termino.
Para comenzar me gustaría que nos fijásemos en una palabra, una palabra muy común en nuestro idioma como es “padre”. Bien, ahora veamos cómo se escribe en distintos idiomas:
a) Latín: pater
b) Griego: pater
c) Alemán: vater
d) Inglés: father
e) Irlandés: tathair
Si os deteneis y observáis estas palabras os daréis cuenta de que son en cierta manera semejantes, tanto en pronunciación como en escritura. Parece ser que hay una serie de sonidos o de letras que se repiten, algo hay en estas palabras que es a la vez familiar y a la vez enigmático. Efectivamente, se repite un sonido, ath/at.
Este ejemplo nos demuestra algo importante; muchos idiomas como el latín, el griego, el germánico, el celta, o incluso lenguas modernas como el castellano (procedente del latín) o el inglés y el aleman (procedentes del germánico) tiene una gran cantidad de palabras semejantes entre sí. ¿Esto que nos quiere decir? Lo que nos quiere decir este hecho es que en un pasado muy remoto, hace más de 5000 años debió de haber una lengua común, una lengua madre. Vayamos con otro ejemplo, “toro”:
a) Gótico (dialecto hablado por los godos, perteneciente al germánico): stiur.
b) Lituano (lengua también indoeuropea): tauras.
c) Griego: tâuros.
d) Latín: taurus.
e) Galo/celta: tarvos.
f) Ruso (lengua eslava, incluida dentro de las lenguas indoeuropeas): tur.
El interés por el origen de las diversas lenguas que se hablan en el mundo y el deseo de establecer los posibles parentescos que existen entre éstas se remonta, posiblemente, a los orígenes de la humanidad. El relato bíblico de la Torre de Babel no es otra cosa que la explicación de la diversidad lingüística a partir de la creencia mítica en la existencia de una primitiva lengua común; por otra parte, sabemos que los antiguos romanos ya eran conscientes de las múltiples semejanzas que existían entre su propia lengua y la de los griegos. Sin embargo estas ideas no adquirirían carácter científico hasta el siglo XVIII, gracias a la aparición y el desarrollo de lo que conocemos como Lingüística Histórica.
En esencia, esta rama del saber tiene como objetivo el análisis de la evolución y las modificaciones que experimentan las distintas lenguas a lo largo de su historia, observando al mismo tiempo las relaciones de parentesco o semejanzas que se pueden establecer entre ellas. Siguiendo este planteamiento, sería el filólogo inglés Sir William Jones el primero que se dedicaría al estudio del sánscrito, la lengua de la tradición literaria india, y quien señalaría su evidente semejanza con otras lenguas clásicas como el griego o el latín, tanto en sus raíces léxicas, como en su estructura gramatical. A partir de sus estudios Jones llegó a la conclusión de que las tres lenguas procedían de una antigua fuente común, posiblemente ya extinguida. Esta afirmación sentó las bases de lo que se denominó Gramática Comparada y despertó el entusiasmo de sus seguidores, quienes no tardaron en relacionar otras lenguas con este antiguo tronco común. En el siglo XIX, Franz Bopp y Rasmusch Christian Rask, señalarían como pertenecientes a esta misma familia otras lenguas tan dispares como el lituano, el eslavo, las lenguas nórdicas, el armenio, el celta y el albanés y emprenderían una labor cuya complejidad nos resulta aún hoy digna de admiración: la de comparar de forma sistemática el vocabulario y la gramática de todas estas lenguas formulando principios teóricos que justificaran su forma actual y que sirvieran al mismo tiempo para reconstruir el idioma común del que procedían.
Este idioma común ancestral recibió el nombre de Indogermánico o Indoeuropeo, un término que pretendía reflejar el espacio geográfico ocupado por los pueblos que habían empleado históricamente alguna lengua derivada de éste. Dicho idioma y la civilización unida a él habrían desaparecido sin dejar ningún rastro documental antes del 2000 a.C., ya que en esta fecha existen ya testimonios que demuestran una clara diferenciación entre las distintas ramas lingüísticas pertenecientes a esta familia. Pero ¿cuándo y dónde había surgido?
Hipotética difusión de las lenguas indoeuropeas (Pinchar en la imagen para ampliar).
Una buena parte de los estudiosos coinciden en afirmar que en la historia de la lengua indoeuropea se pueden diferenciar claramente dos fases:
1.- Una primera fase antiquísima en la que habría existido un único idioma, el protoindouropeo. Éste habría aparecido probablemente en torno al área hoy ocupada por Armenia, o tal vez al norte del Mar Negro en torno al 5000 a.C. y habría pervivido aproximadamente hasta el 3000 a.C.
2.- Una segunda fase en la que habría tenido lugar la progresiva fragmentación de las distintas familias. Dentro de este proceso, para algunos estudiosos constituye un hecho fundamental la diferenciación de dos ramas dialectales: La rama oriental (formada por las denominadas lenguassatem) y la occidental (que agrupa a las que se denominan centum). Otros, sin embargo, restan importancia a esta división. En cualquier caso, es innegable la existencia de un proceso de fragmentación que habría concluido con la desaparición definitiva del indoeuropeo, habitualmente fechada en torno al 2500 a.C., y la formación de dialectos más locales, entre ellos el germano.
En la próxima entrega seguiremos investigando esta cuestión tan interesante ;)
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Próximamente.

 •junio 26, 2011 • Dejar un comentario
En las próximas semanas seguiremos tratando el tema del origen y la evolución de los pueblos germánicos, sin embargo, y para hacer algunos altos en el camino, intercalaré entradas referentes a otras cuestiones. A continuación os pongo los temas que iremos tratando:
-Los llamados pueblos germánicos (IV): los orígenes.
-El panteón germano y escandinavo: un primer vistazo.
-Películas: “El guerrero número 13”.

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