NAVES EN LOS TEXTOS MITOLOGICOS

LAS MITOLOGÍAS HABLAN DE NAVES ESPACIALES

Los estudiosos del fenómeno extraterrestre consideran que varias descripciones en los textos mitológicos, corresponden en realidad a naves espaciales que fueron interpretadas en el contexto de aquellas épocas antiguas, donde no se tenía el conocimiento tecnológico actual.

EN LA MITOLOGÍA GRIEGA

Se dice que el dios Apolo recorría los cielos en su carruaje de fuego. Puede ser alegórico, pero también es una forma de describir cómo se ven las naves con propulsión a reacción.

También cuenta que los dioses vivían en en un magnifico templo situado en la cima del monte Olimpo (la montaña más alta de Grecia), cuyas paredes estaban cubiertas de oro, plata y joyas que constantemente brillaban. Al interior se encontraba Zeus sentado en su trono rodeado de sus súbditos, los demás dioses.

En el contexto actual se puede considerar que tal vez lo que los antiguos griegos estaban describiendo era en realidad una nave espacial:

• La aeronáutica utiliza metales como el platino o el aluminio que se parecen al oro y a la plata. 
• Las joyas brillantes pudieron haber sido luces que se prendían y apagaban. 
• El trono de Zeus pudo haber sido el asiento de comando y los demás dioses la tripulación.

Ya sé que la imagen la saqué de la ciencia ficción (Star Trek), pero simplemente hay que ver la evolución de la aeronáutica para considerar que las naves espaciales del futuro probablemente tendrán una apariencia similar.

Además desconcierta como los textos mitológicos narran que a veces la cima entera del monte Olimpo se levantaba y causaba un gran estruendo. En la actualidad, la imagen que se me viene a la mente pudiendo corresponder a esa descripción es esta:

EN LA MITOLOGÍA CHINA

El dragón inspira mucho respeto en la cultura china. Históricamente es el símbolo de los emperadores chinos. En algunas tradiciones cuenta la leyenda que el Emperador Amarillo Huang Di descendió del cielo en un dragón para fundar la civilización china y al final de su reinado, regresó al cielo otra vez en un dragón. Otra versión dice que se transformó en dragón y ascendió al cielo.

Originalmente Huang Di fue una figura mítica o un dios que fue reinterpretado durante la dinastía Zhou. Algunos lo identifican con el dios del trueno que corresponden en las mitologías europeas al dios griego Apolo, al dios germánico Wotan, y al dios celta Lug. Lo detallo en ¿fue Apolo un ser real?

Las características del dragón oriental son:

-        cuerpo alongado parecido a una serpiente,

-        capaz de volar en el aire,

-        le sale humo de la boca y avienta fuego,

-        tiene una perla llameante bajo su mentón

-        su voz se compara a estruendos,

-        en ocasiones se menciona que la tierra temblaba cuando pasaba.

Todas son descripciones que en la actualidad recuerdan a un cohete espacial: su forma cilíndrica larga, la llamarada, el ruido que hace, etc.

EN LA MITOLOGÍA MESOAMERICANA

Curiosamente encontramos una leyenda parecida. Algunas versiones cuentan que el dios Quetzalcóatl (quien también aportó la civilización) descendió del cielo a través de la “Serpiente Emplumada”, esta es representada con características parecidas al dragón oriental.

¿Pura Casualidad?

EN LA MITOLOGÍA HINDÚ

Aquí no se requiere interpretar, claramente los antiguos textos sagrados de la India mencionan máquinas voladoras conocidas como vímanas. Hay de diferentes tamaños y formas: 

• carrozas de los dioses,
• una maquina aérea, a veces funcionando como un mero trono fijo, otras veces moviéndose por sí mismo y cargando a su ocupante a través del aire,
• palacios flotando (se cuenta de uno que tenía siete pisos de altura),

He leído que incluso algunos podían viajar a otros planetas, pero debido a las exageraciones y falsedades que se narran en internet, he intentado verificarlo sin lograrlo por el momento. En vímanas separo lo que he confirmado que es auténtico de lo que es inventado.

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Obviamente todas estas especulaciones no son suficientes para asegurar que efectivamente se trataban de naves espaciales, sin embargo tienen que admitir que la comparación ¡es sorprendente!